El investigador y escritor Alfredo Alzugarat nos acompaño a la muestra de esculturas de su compañero de prisión en dictadura. Ruben Lautret, luego de ser liberado de su detención por su accionar en el MLN viajó a Nicaragua donde residió varios años. A su retorno al Uruguay trabajó en fabricas textiles donde aprendió el manejo de la soldadura. Hoy vive en El Pinar dedicado exclusivamente al arte de formas armoniosas en hierro producto de los deshechos de los chatarreros. Desde el interior de algunas obras surge un pequeño foco de luz que alerta que estamos frente a una pieza viva que nos mira. Otras, ocultan un espejo que nos devuelve la mirada. Pedazos de motores, fragmentos de maquinas y chapas de origen incierto, van elevándose espacialmente con el apoyo de durmientes y maderas añejas como catedrales de ciencia ficción o molinos herrumbrados de Don Quijote. Todo el conjunto de 23 esculturas es armonioso y con un estilo propio, al decir de Alzugarat. El patio trasero de la sede de MLN Tupamaros, -florido y acogedor-, da marco a esta multitud de seres faroles, muchos recreados a partir de viejas esculturas propias, como nuevo homenaje a la Organización que le dio amparo ideológico. Una de las piezas lleva el nombre TUPAMARO. Es la que el artista nos invita a detenernos y que da titulo a la exposición. Conversamos con la curadora de la muestra, Carla Gonzalez Canseco poeta, escritora y dramaturga mejicana, creadora de los textos que acompañan la exposición. Textos que toman la forma de poemas. dándole voz a los artefactos a los que el artista llama de¨laterío¨