El “ataque deliberado” cometido por el Ejército israelí contra un campo de desplazados de Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, “excede todos los límites”, dijo este lunes el portavoz de la presidencia palestina, Nabil Abú Rudeina. El bombardeo dejó cerca de 50 personas muertas y decenas de heridos.
“La comisión de esta atroz masacre por parte de las fuerzas de ocupación es un desafío a todas las resoluciones de legitimidad internacional, particularmente el fallo […] de la Corte Internacional de Justicia que ordena a Israel cesar su ofensiva militar contra Rafah”, dijo el representante del gobierno palestino con sede en Cisjordania.
También el gobierno de la Franja de Gaza, que pertenece a Hamas, se pronunció sobre el ataque al campo de refugiados y manifestó que “nunca antes en la historia se había acumulado y utilizado conjuntamente” un número “tan elevado de instrumentos de matanza masiva”.
El portal Europa Press informó que las autoridades israelíes habían llamado a la población palestina a desplazarse a esas zonas y recordó que al impacto del ataque se agregan la privación de agua, alimento, combustible y acceso a asistencia médica y a ayuda humanitaria. En cuanto a la ofensiva militar, se estimó que se lanzaron siete proyectiles y bombas de más de 900 kilos de explosivo cada una.
Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí, dijo que lo ocurrido fue un “error trágico” y agregó: “Estamos investigando el caso, esa es nuestra política. Para nosotros, cada daño a civiles no involucrados es una tragedia”.
Según las autoridades de la Franja de Gaza, ya son más de 36.000 las muertes que dejó Israel en ese territorio, y los heridos palestinos ya son más de 80.000.
De acuerdo con el ejército de Israel, las muertes en el campo de refugiados ocurrieron a partir de una “operación precisa basada en inteligencia” contra dos altos mandos de Hamas que se encontraban en un edificio cercano y a quienes responsabiliza por la muerte de militares israelíes.
Afirmó también que la mayoría de las muertes fueron consecuencia de un incendio generado en el lugar en el que vivían precariamente decenas de civiles, que fueron alcanzados por el fuego del ataque.