FA cuestiona falta de inversiones en Rendición de Cuentas y concesión a la banca privada

Socios de la coalición remarcan que hay “propuestas concretas de incremento del gasto” y el ministro de Medio Ambiente defendió eliminación del biodiésel.

El miércoles de noche la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, entregó al Parlamento en nombre del gobierno el proyecto de ley de Rendición de Cuentas, un documento con más de 300 artículos que ingresó por la Cámara de Diputados. La Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda deberá analizarlo, y en 45 días vencerá el plazo para dar lugar al análisis en el Senado. Si bien la comisión comenzará el 7 de julio, y el lunes 12 se recibirá al equipo económico, legisladores de la oposición ya tuvieron un primer acercamiento al contenido y surgieron algunas críticas.

El diputado frenteamplista del Movimiento de Participación Popular (MPP) Sebastián Valdomir ‒integrante de la Comisión de Hacienda‒ sostuvo que tras una primera lectura se confirma la política del gobierno de “no reconocer que no tenía recursos suficientes para atender la pandemia”. A su juicio, la Rendición de Cuentas era la oportunidad de “enmendar esos errores”, pero terminó siendo una “política de achique de las respuestas del Estado a la emergencia sanitaria”.

Para Valdomir, la decisión de volcar los recursos que el Instituto Nacional de Colonización (INC) destina a la compra de tierras –unos 20 millones de dólares– al fideicomiso creado en la órbita del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial para erradicar los asentamientos muestra “la lógica” que subyace a toda la Rendición de Cuentas. “Hay una disputa enorme entre diferentes unidades ejecutoras para aplicar políticas públicas. En este punto concreto lo que va a terminar pasando es que se le va a sacar a Colonización y ningún reasentamiento va a terminar siendo cuantitativamente significativo, porque no movés la aguja desde ningún punto de vista con ese monto”, opinó.

Para el diputado frenteamplista Gustavo Olmos, de Fuerza Renovadora, este “retroceso” en la política de colonización “no es aislado”, sino que tiene como antecedente los cambios dispuestos en la ley de urgente consideración (LUC), en la que se estableció que un colono no tiene la obligación de vivir en el predio ni trabajarlo directamente y se desafectó del instituto una porción de las tierras. “Regularizar asentamientos está bárbaro, es una política absolutamente compartible. Debilitar la política de colonización es problemático”, consideró Olmos. En su opinión, esta medida se contradice con el “supuesto discurso de compromiso con el interior que tiene especialmente el Partido Nacional”.

Por otra parte, entre las “áreas de preocupación” surgidas de una primera lectura, Olmos identificó que no se incluye “nada específico en torno a la reactivación económica; no hay un plan de obra pública ni nada en ese sentido que pueda contribuir a revertir la caída del producto. Hay una estimación de crecimiento que sigue siendo optimista [3,5% este año], pero no sabemos muy bien en qué se basa”, apuntó.

La diputada del MPP Lilián Galán ‒integrante de la Comisión de Presupuesto‒ dijo tener dudas sobre la “legalidad” de los cambios previstos en los recursos de Colonización. “Nos queda la duda de si es legal que el dinero que se usaba por la ley de colonización pueda tener otro destino si no es cambiando la ley”, apuntó.

Galán coincidió con Valdomir en que la Rendición de Cuentas confirmó lo que advirtió el Frente Amplio (FA) el año pasado: “Dijimos que fuimos los peores de la clase en inversión en la pandemia, de acuerdo a los datos que traía la Cepal [Comisión Económica para América Latina y el Caribe], y el gobierno salió a pedir explicaciones. Sin embargo, ahora aparecen los cuadros en los que se señala que la inversión en porcentaje del producto interno bruto fue de 1,1%”, resaltó.

Asimismo, destacó que “no existe articulado para la ANEP [Administración Nacional de Educación Pública]”, que “quedará con la plata que tenía asignada en el Presupuesto”. También señaló que el desarrollo de las carreras universitarias se verá afectado, tal como lo advirtió la propia Universidad de la República (Udelar). “La Udelar está diciendo que si no hay aumento en esta Rendición de Cuentas peligran 41 carreras. Eso nos parece bastante grave”, reflexionó. También indicó que ve con preocupación las modificaciones en materia de combustibles, que podrían implicar incumplimientos a tratados internacionales para combatir el cambio climático y la reducción de CO2, al determinar la eliminación de la obligación de mezclar biodiésel en el gasoil que tiene Ancap actualmente.

Depósitos en bancos privados

El artículo 281 del proyecto sustituye una ley de 1987 y habilita a que las dependencias estatales depositen sus fondos en bancos privados, lo que provocó críticas de Olmos. La nueva redacción establece que “todos los depósitos de fondos realizados por instituciones públicas se realizarán sin excepción en los bancos autorizados por el Estado a funcionar en la República Oriental del Uruguay”, mientras que la norma aún vigente obliga depositar los fondos públicos en bancos del Estado, aunque se establece que “en casos de excepción debidamente fundados, el Poder Ejecutivo podrá autorizar su depósito en instituciones financieras no estatales”.

Olmos cuestionó este artículo vía Twitter, y en diálogo con la diaria manifestó que el texto enviado al Parlamento por el gobierno “debilita” al Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU), porque “el Estado no es un jugador menor” en los depósitos que maneja.

El legislador señaló que, si los organismos del Estado depositan en el BROU, los movimientos que se generen a partir de allí traen ganancias para el banco, o sea, para el propio Estado. En cambio, con la redacción que se propone, se trasladarían algunos de estos beneficios a los privados. No obstante, consideró que los perjuicios para el BROU dependerán de la “adhesión” que esta iniciativa tenga entre los organismos públicos.

“Se está habilitando un sistema que permite que negocios que hoy genera el BROU los terminen generando bancos privados”, expresó Olmos, quien consideró que esta política “es coherente con un conjunto de medidas que se han tomado en el Presupuesto o en la LUC que apuntan a debilitar el Estado y a fortalecer el sector privado”.

Disminución de los gastos de la administración

En la Rendición de Cuentas el Ejecutivo anunció que los gastos de la administración se contrajeron 5,8% en 2020 respecto de 2019. Según se detalló, las remuneraciones disminuyeron 1,5%, los gastos de funcionamiento 5% y las inversiones 17,8% con relación al mismo período. Esto responde a la implementación del Decreto 90/020, que determinó la disminución de 15% de la ejecución presupuestal de las instituciones públicas.