Marcha por la Diversidad en Montevideo

Las organizaciones convocantes denunciaron que, “desde la inacción”, el Estado “está dando un mensaje de antiderechos, retrocesos y represión”

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La convocatoria era a las 19.00 en Avenida Libertador y Paysandú, pero una hora antes, en los alrededores de la plaza Libertad, ya había empezado la fiesta. Los colores del arcoíris invadieron el espacio público de las formas más diversas: banderas que colgaban de los hombros, pañuelos atados al cuello, tapabocas, vinchas, polleras y globos. La pintura multicolor y el glitter también fueron protagonistas en rostros, cuerpos y en carteles con expresiones que celebraban el derecho a ser y reclamaban por todo lo que falta para garantizarle a la población LGBTI una vida libre vulneraciones, discriminación, desamparo y violencia.

En realidad, la Marcha por la Diversidad se realiza cada año con esa doble intención: festejar la diversidad y visibilizar las conquistas alcanzadas, pero también denunciar las deudas del Estado y reivindicar los derechos que quedan por ganar. Sobre todo esto último quedó reflejado en la consigna que la Coordinadora de la Marcha por la Diversidad eligió este año: “Estado ausente, nuestra lucha presente”.

La enorme mayoría de las personas que esperaban para empezar a movilizarse eran adolescentes y jóvenes. Fue la primera marcha de Max, quien tiene 16 años y es no binarie. Contó a la diaria que participaba “para conocer más a la comunidad” y “apoyar la causa, que es luchar por nuestros derechos”. La consigna de este año le interpela porque, a su entender, el Estado ve a las personas LGBTI “como las sobras de la sociedad”. “Ya cultural, histórica y socialmente nuestra comunidad fue rechazada, aislada y segregada, y yo siento que lo que estamos haciendo ahora es reivindicar nuestros derechos y luchar por ellos, porque si no hay gente que esté luchando y moviéndose activamente por ello, al Estado realmente no le interesa”, aseguró.

Jack, un varón trans de 16 años, también se sumó a la manifestación para luchar por sus derechos. El adolescente contó que su familia tiene problemas económicos y que, cuando se aprobó la Ley Integral para Personas Trans, sentía “seguridad” de que se ampliarían sus derechos y oportunidades, pero ahora siente “que van a abandonar todo”.

La marcha finalmente largó alrededor de las 19.30, unos minutos después de que empezara a lloviznar, aunque eso no logró aguar el festejo, que ya incluía a miles. La música sonaba particularmente fuerte en tres puntos del recorrido, donde estaban las “chatas” con DJ’s tocando en vivo. Esa fue la cuota musical del evento, que este año, para evitar aglomeraciones, no contó con un espectáculo musical al cierre.

En la mitad del camino, Facundo y Agustín, de 21 años, frenaron para sacarse fotos. Facundo, que se identifica como bisexual, también dijo a la diaria que marchaba por sus derechos. Agustín, que es gay, agregó: “Y por poder ser”. El joven explicó que la consigna de este año lo interpela porque hay una “falta de acción del Estado en cuanto a los derechos de la comunidad”.

Estado ausente, solidaridad presente

Poco más de una hora después de empezar a caminar, la marcha llegó a la plaza Primero de Mayo, donde representantes de los 18 colectivos que integran la Coordinadora leyeron una proclama. “Un año más, nos manifestamos en defensa de nuestros derechos, abrazando nuestra diversidad, exigiendo respuestas de un Estado ausente que, desde la inacción, está dando un mensaje de antiderechos, de retrocesos y de represión”, dijeron al abrir el discurso.

La proclama celebró la respuesta del “pueblo organizado” frente a los coletazos de la pandemia y sus aportes, “ocupando como puede el espacio que el gobierno elige una y otra vez dejar vacío”. “El pueblo solidario que busca ganarle al hambre, a la exclusión, a la falta de trabajo y protección social, a las desigualdades en el acceso a la educación y a tantas otras situaciones que se repiten en cada punto del país. Las ollas populares, la autogestión colectiva, las iniciativas para sostener las trayectorias educativas en la infancia y adolescencia, el apoyo a poblaciones olvidadas como les trabajadores y trabajadoras sexuales o las personas privadas de libertad, les migrantes”, leyeron.

Los colectivos denunciaron la estigmatización que atraviesan las personas que viven con VIH y las barreras para acceder a “medicación de primer nivel” y a “testeos rápidos que nos permitan tener un diagnóstico temprano”. Además, señalaron el incumplimiento “sistemático” de la ley trans en varios puntos, especialmente en materia de salud, ante la negativa por parte de mutualistas “a efectuar procedimientos a los que están obligados” y un Ministerio de Salud Pública que “se niega a hacer cumplir la ley”. A la vez, aseguraron que el Estado “desconoce la existencia” de las personas no binarias y “niega” su realidad.

La proclama también consignó la situación que viven las personas con discapacidad, a las que se les “impuso el teletrabajo”, “en vez de hacer accesible los espacios laborales”. Además, se cuestionó que no se apliquen los cupos para las personas trans y no binarias, para las personas afro y para las personas con discapacidad.

Por otra parte, las organizaciones denunciaron 24 femicidios ocurridos en Uruguay desde que empezó el año y los “brutales transfemicidios” ocurridos entre 2011 y 2012, que aún no han sido resueltos. En ese sentido, reclamaron que la Justicia “llegue a la verdad” en los casos de Ángela, Casandra, Gabriela, Kiara, La BrasileraLa Pochito y Pamela. La proclama también denunció las desapariciones de mujeres: “Porque no nos traga la tierra, porque nos desaparecen para la explotación sexual desde niñas, niños y niñes. Porque las redes de trata funcionan con la complicidad de las autoridades”. Y pidió “presupuesto real” para la implementación de la ley de violencia basada en género.

“Una vez más, marchamos contra el punitivismo y el aumento de penas”, afirmaron desde la Coordinadora, y agregaron que por eso se posicionan en contra de la ley de urgente consideración. “Porque esta ley represora que eliminó el derecho a la vivienda, también reinstaló el derecho al gatillo fácil y al garrote alegre. Y nuevamente, ¿quiénes creen ustedes que son las primeras víctimas de los gatillos y los garrotes? ¿A quiénes se refieren los represores cada vez que hablan de apariencia delictiva? La pobreza que persiguen, encarcelan y asesinan cada día tiene cara afro, cara trans, cara disca [discapacidad], cara joven y migrante”, apuntaron.

Antes de cerrar, la Coordinadora recordó a la activista Gloria Álvez, referente histórica de la lucha por los derechos de las personas trans en Uruguay, quien falleció en mayo, a los 78 años, por la covid-19. Este año, la marcha llevó su nombre.