La intendenta de Montevideo presentó su alternativa para que Montevideo encare “su responsabilidad ambiental” luego de que el préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo naufragara en la Junta Departamental.
Ayer la cancha del Club Stockolmo estaba concurrida, mas no a tope. Los presentes ‒entre los que se mezclaban vecinos, autoridades y dirigentes frenteamplistas‒ llenaban las sillas del medio, las de la cancha, pero las gradas estaban semivacías. Pasadas las 18.30, cuando la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, entró por un costado, se escuchó un aplauso que duró más o menos medio minuto, lo mismo que había sucedido momentos antes, cuando aparecieron el presidente del Frente Amplio (FA), Fernando Pereira, y el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, que se sentaron en primera fila.
“Capaz que hoy, contra mi costumbre, no bajo mucho al detalle”, comenzó excusándose Cosse, con un micrófono de vincha y sobre una tarima ubicada frente al público, y que la elevaba un poco en comparación con los miembros de su gabinete, sentados en sillas a un costado. “Lo que sí puedo prometerles es que vamos a informar en detalle semana tras semana de toda nuestra actividad”, añadió, y aseguró que compartirán “cómo Montevideo encara su responsabilidad ambiental”.
Cosse se movía con gestos calculados, incluso las inflexiones de la voz y las pausas parecían practicadas, como si hubiera comenzado a pensar esta conferencia el mismo día en que los ediles de la coalición multicolor decidieron no votar el préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la Junta Departamental. A pesar de no contar con el préstamo, continuó Cosse, aseguró que se hará de todas formas “la obra del arroyo Mataperros”, en la que la Intendencia pondría la mitad del presupuesto y el BID la otra.
Al no conseguir esa mitad, aseguró se usará un dinero que “sobró” del Plan de Obras 5 ‒lo que se pensaba hacer con el BID sería el sexto‒.“Ha sido una decisión difícil”, lamentó. Durante la primera parte de su oratoria, Cosse se dedicó a explicar la instrumentación de esta obra y todo lo que no se podrá hacer sin el préstamo, tema sobre el que volvió una y otra vez en los 36 minutos que duró el discurso.
Así y todo, la jerarca aprovechó un momento para felicitar a los miembros del “equipo negociador” de la Intendencia, quienes ‒aseguró‒ “dieron todo de sí hasta el final, para que no hubiera ni un pretexto para no votarlo”. “Porque a pesar de que en algunos corrillos se decía que no se le podía dar a Montevideo un éxito antes del 27 de marzo, yo no me resigné y hablé con todos con los que tenía que hablar”, afirmó.