Uno de cada cinco uruguayos mayores de 15 años consume algún tipo de tabaco y hay “preocupación” por los adolescentes

Hubo una baja en las cifras de consumo desde 2005 con las políticas antitabaco, pero el descenso “se estancó en los últimos años”, dijo la directora del Programa Nacional de Control de Tabaco.

“El tabaco, una amenaza para el medio ambiente” es el lema del Día Mundial Sin Tabaco de este año, que se conmemoró el martes. En este marco, el Ministerio de Salud Pública (MSP) repasó las cifras actuales del consumo de tabaco en Uruguay y planteó los principales desafíos que el país aún tiene por delante para atenuar los niveles de consumo. El acto estuvo a cargo del ministro interino de Salud Pública, José Luis Satdjian, la directora del Programa Nacional de Control de Tabaco, Elba Esteves, y el representante de la Organización Panamericana de la Salud, Hernán Montenegro.

“El consumo de tabaco sigue siendo uno de los grandes problemas de salud pública en el mundo y también en nuestro país”, informó Esteves en rueda de prensa. Explicó que, en Uruguay, “19,7% de la población mayor de 15 años consume distintos tipos de tabaco”, que “el consumo se inicia en la adolescencia y [que] alrededor de 6.500 personas mueren por año como consecuencia de enfermedades tabaco dependientes”.

De todas maneras, la prevalencia del consumo bajó, pero en adolescentes entre 13 y 15 años está en una meseta desde hace aproximadamente cinco años, en alrededor de 11,5%, lo que significa “una preocupación”, según Esteves. También informó que, históricamente, la franja etaria que va desde los 25 hasta los 45 años “tiene mayor prevalencia de consumo que las personas de mayores o menores edades”. En cuanto al sexo, acotó que mientras el consumo de tabaco en adultos es mayor en hombres que en mujeres, en jóvenes consumen más las mujeres que los hombres.

Según Esteves, desde 2005 –año en el que comenzó una política de Estado con varias medidas antitabaco– hasta la fecha, se observa una disminución del consumo. “La prevalencia se había mantenido estable durante décadas, alrededor de 35% de la población fumaba, y esa cifra bajó primero a 25% y actualmente está en 19,7%. Bajaba desde 2005 y se estancó en los últimos años”, aclaró.

Además, remarcó que “todos los tipos de tabaco dañan la salud, entre ellos, los cigarrillos electrónicos, que además tienen mayor impacto en el medio ambiente”.

Durante el segundo semestre del año pasado, en la Encuesta Continua de Hogares que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE), se incluyó un cuestionario referido al consumo de tabaco, para conocer si hubo una variación en pandemia, pero aún no están los datos oficiales. “Lo que sí se percibe es que hubo muchas personas que dejaron de fumar como consecuencia de la pandemia y que otras aumentaron su consumo, por lo que seguramente el cambio neutro no haya sido significativo”, adelantó Esteves.

En cuanto a las políticas que se han implementado para atenuar el consumo de tabaco en Uruguay, explicó que “el convenio marco para el control del tabaco es un compromiso del país que incluye un amplio paquete de medidas; ya se implementó mucho pero todavía queda por implementar, por ejemplo, lo que hace al medio ambiente”, que es el foco del lema de este año del Día Mundial Sin Tabaco.

Sobre la contaminación, remarcó que “preocupa el impacto en el medio ambiente porque la producción de tabaco genera altos niveles de deforestación, contamina el suelo y requiere una alta demanda de agua”. Según Esteves, la contaminación no sólo se genera en el proceso de elaboración, también en el consumo, por ejemplo, afectando el aire, y en agregado con los desechos que se generan en el posconsumo.

Por las cifras que tiene Uruguay y por las consecuencias que esto genera, la especialista concluyó que es necesario “incentivar más campañas de información, trabajar en los precios del tabaco y en la prohibición de la venta por internet”.