de fogón en fogón4980 suscriptoresSUSCRITOLas fotografías que integran la entrevista de este video son parte de la colección de fotografías ralizadas entre 1950 y 1951 por Amanda y Jose Pedro donada a la Biblioteca Nacional por parte de su hijo Dr. Alvaro Diaz. En ellas aparecen además de Amanda Berenguer y su esposo Jose Pedro Diaz, amigas como Laura Escalante, Amalia Nieto, María Ines Silva Vila, Isabel Gilbert, Carlos Maggi, Julio Suares Peloduro, Pepe Bergamin. José Pedo Díaz (Montevideo, 1921 – Montevideo, 2006) Narrador, poeta, ensayista, docente. Se desempeñó como catedrático de literatura francesa en la Facultad de Humanidades y Ciencias. Hizo sus primeras armas literarias en la poesía: en 1939 y 1940 publicó dos cuadernos de poemas, bajo el título común de “Canto pleno”. Su primer relato, “El abanico rosa”, es de 1941, pero es sólo con “El habitante” (1949) que retiene por primera vez la atención de la crítica. Antes de desembocar en “Los fuegos de San Telmo” (1964), Díaz publicó varios estudios interpretativos (sobre Herrera y Reissig, sobre André Gide) que incluyen “Gustavo Adolfo Bécquer: vida y poesía” (1953), “Tratado de la llama”, 1957; “Ejercicios antropológicos”, 1960. Tuvo a su cargo el cuidado de las dos ediciones de las obras completas de Felisberto Hernández. Colaborador de Marcha y de otras publicaciones periódicas, codirigió la página literaria de Correo de los viernes. Compartió su vida con la poeta uruguaya, Amanda Berenguer. Amanda Berenguer (Montevideo, 1921 – Montevideo, 2010). Destacada poeta, perteneciente a la Generación del 45. Publicó su primer poemario a los 19 años, “A través de los tiempos que llevan a la gran calma”. A los 23 años contrajo matrimonio con el profesor José Pedro Díaz, con quien tuvo un hijo: Álvaro. Juntos, Díaz y Berenguer, instalaron una imprenta en el garaje de su casa en la que editaron los libros de sus amigos y sus propias obras con el sello “La Galatea”. Este emprendimiento, de gran influencia en la sociedad uruguaya de la época, duró hasta 1961. A lo largo de su carrera recibió varios premios del Ministerio de Educación y Cultura y el premio Bartolomé Hidalgo de la Cámara Uruguaya del Libro. Fue además Académica de Honor de la Academia Nacional de Letras del Uruguay en 2006 y en 2010, tres meses antes de su muerte, Intendencia de Montevideo le confirió el título de Ciudadana Ilustre. De fogon en fogon, en su espacio cultural sigue difundiendo el patrimonio literario del Uruguay en un año donde tantos centenarios nos sirven de excusa para estar junto a los que nos pueden enseñar y abrir nuestras cabezas. Con la invalorable colaboración de Alfredo Alzugarat.