Los veleristas Pablo Defazio y Dominique Knüppel fueron los primeros en llegar y este miércoles viajó Dolores Moreira.
El pasado lunes llegaron a Japón Pablo Defazio y Dominique Knüppel, los adelantados de la delegación de 11 deportistas que representarán a Uruguay en Tokio 2020. Se instalaron en un hotel próximo al puerto de yates de Enoshima, sede de los Juegos Olímpicos para su deporte. Allí viajan todos los días al puerto, donde pasan algunas horas y almuerzan. La locación queda a una hora del centro de Tokio.
“Las medidas son muy estrictas”, contó Dominique Knüppel a Garra. “No podemos salir del hotel o la sede. Cualquier cosa que necesitamos tenemos que pedir a la gente de la organización, que con buena voluntad van al supermercado”. Reciben el desayuno en una bolsa y lo comen en la habitación, para evitar contacto con otros visitantes. Sólo tienen permitido transitar por dos pisos del hotel y trasladarse en transporte oficial al puerto, que alberga la vela olímpica por segunda vez, ya que fue construido para la edición de 1964.
Este jueves emprendió viaje desde Uruguay la otra velerista, Dolores Moreira. Fue la última en abandonar el país. El resto de los deportistas están repartidos entre España y Estados Unidos, finalizando sus preparaciones. Desde allí, viajarán a Japón.
Los once celestes
Atletismo
Déborah Rodríguez – 800 metros
Emiliano Lasa – Salto largo
María Pía Fernández – 1500 metros
Judo
Mikael Aprahamian – menos de 81kg
Natación
Nicole Frank – 200 metros estilos combinados
Enzo Martínez – 50 metros estilo libre
Remo
Bruno Cetraro – Doble par peso ligero
Felipe Klüver – Doble par peso ligero
Vela
Dolores Moreira – Láser radial
Dominique Knüppel – Nacra 17
Pablo Defazio – Nacra 17
No te vistas que no venís
En la jornada del jueves, luego de que el gobierno de Japón anunciara el estado de emergencia en Tokio hasta el 22 de julio, se reunieron las autoridades de dicho gobierno, el gobierno metropolitano de Tokio, el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos, el Comité Olímpico Internacional (COI) y el Comité Paralímpico Internacional (CPI).
El resultado de ese encuentro fue la orden de cerrar las puertas de los Juegos Olímpicos -que empiezan el 23 de julio- al público. Ninguna de las sedes situadas en Tokio podrá recibir espectadores, a pesar de que anteriormente se había anunciado que sería posible recibir 50% del aforo con un tope máximo de 10.000 personas en aquellas sedes con mayor capacidad. El comunicado emitido por el COI dejó abierta la posibilidad de que algunos escenarios fuera de la capital reciban público: “Bajo esta política, en las áreas donde las medidas de emergencia no han sido tomadas, los gobiernos locales se reunirán y decidirán medidas específicas”. De momento, no rige el estado de emergencia sobre las sedes situadas en Enoshima (vela), Sapporo (fútbol, maratón y marcha), Fukushima (béisbol), Miyagi (fútbol) e Ibaraki (fútbol).
En tanto, la decisión para los Juegos Paralímpicos -24 de agosto al 5 de setiembre- se hará esperar y será tomada cuando finalice la cita olímpica el 8 de agosto.
“El COI y el CPI respetan esta decisión, apoyándola en el interés de unos juegos sanos y seguros para todos. Al mismo tiempo, las cinco partes lamentan, por los atletas y los espectadores, que estas medidas se hayan tenido que tomar”, afirmaron en un comunicado oficial.
Las autoridades japonesas temen por el crecimiento de la variante Delta (30% de los nuevos casos), luego de que los últimos informes dieran cuenta de 920 nuevas infecciones diarias el miércoles.