En marzo 40% de los fallecidos en Uruguay por covid-19 tenía más de 80 años y en mayo la proporción bajó a 30%

Investigadores de Maldonado hallaron una correlación entre el avance de la vacunación y la disminución de las muertes.

“¿Comienzan a verse los efectos de la vacunación?”, se preguntaron en abril Leandro Scasso Díaz, ingeniero en computación y docente en el Tecnólogo en Telecomunicaciones del CURE Rocha de la Universidad de la República, y su padre, Leandro Scasso Burghi, máster en Educación y director de Informática de la Junta Departamental de Maldonado. Para eso, cruzaron la información sobre los fallecidos por covid-19 con la de los grupos etarios que recibieron la vacuna.

En marzo, del promedio de 60 fallecidos diarios, 40% pertenecía al grupo de más de 80 años; a medida que esas personas se fueron vacunando, los decesos bajaron hasta representar 30%. En abril aumentaron las muertes en el grupo de 71 a 79, que arrancó a vacunarse más tarde. Por otra parte, comenzó a verse un movimiento ascendente en la curva de fallecimientos del grupo de 18 a 49 años, que es el más rezagado en la vacunación, afirmó Scasso Díaz.

“Tenemos un convencimiento de que la vacuna de Pfizer torció la curva”, consideró Scasso Burghi. El rango etario de 80 años a más fue el primero en recibir la vacuna de Pfizer, que asegura un nivel de protección alto con una sola dosis. “El 22 de marzo este grupo había alcanzado un nivel de vacunación que tuvo sus efectos entre el 15 y el 18 de abril, cuando se comenzó a percibir un cambio en la pendiente de la curva de decesos”, contó Scasso Díaz.

“La disminución de fallecimientos en la franja de 80 años seguramente obedezca a más de una causa, entre ellas la reducción de la movilidad, pero no tenemos datos para evaluarlo. Sí es observable que hay una correlación entre el avance de la vacunación en las franjas y la disminución de los fallecimientos, lo que parece responder afirmativamente la pregunta de partida de la investigación”, agregó Scasso Burghi.

Tras analizar los datos, valoró que “todo apunta a que se están viendo los efectos de las vacunas: primero se vio con Pfizer y ahora también se está viendo con Sinovac. El grupo testigo es el de 71 a 79 años, ya que fue postergado en la vacunación y todavía mantiene una tendencia creciente en fallecimientos”.

El informe del Ministerio de Salud Pública (MSP) de dosis administradas al 29 de abril presenta un error: los investigadores observaron que la población de 71 a 79 años está sumada a la población de 80, que son 16.316 personas, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. La franja etaria de 71 a 79 años está compuesta por 197.490 personas y no por 213.806, como indica el informe. “Esa franja etaria tiene menos integrantes que lo que indica el informe, por lo tanto, el porcentaje de cobertura por actos vacunales es mayor”, explicó.

Comentó que intentó comunicarse con el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, pero que por el momento no ha tenido respuesta y el informe de dosis administradas al 20 de mayo mantiene el error.

Con respecto al informe del MSP sobre la efectividad de las vacunas, publicado este jueves, Scasso Burghi señaló que se trata de un “avance primario”. El MSP aclaró que es preliminar y que las cifras “deben interpretarse cautelosamente, ya que no tienen en cuenta la edad de las personas, sus comorbilidades y los grupos de elevada exposición”.

Scasso Burghi también indicó que la tabla sobre distribución de incidencia de la infección, internación en CTI y mortalidad por covid-19, según la efectividad de las vacunas administradas, no considera la variable de franja etaria. Lo mismo ocurre con el grupo de “no vacunados” representado en la tabla, que no discrimina por edades, por lo que espera que el MSP proporcione más datos.https://flo.uri.sh/visualisation/6271607/embed?auto=1