Las huertas familiares, educativas, urbanas y comunitarias han tomado relevancia frente a la crisis económica que trajo acarreada la pandemia. En ese marco, el Intendente de Canelones, Yamandú Orsi, dispuso un equipo para trabajar en la temática.
El Gobierno de Canelones, a través de distintas direcciones como la Agencia de Desarrollo Rural, la Dirección de Gestión Ambiental, la Dirección de Desarrollo Humano, la Dirección de Cultura y la Dirección de Descentralización, viene trabajando en lo referido a la promoción de la agricultura urbana y la soberanía alimentaria de los canarios y las canarias, generando nuevas dinámicas en torno a la producción y el consumo de alimentos, con carácter universal, equitativo, inclusivo, transparente, con perspectiva de género y fomentando el asociativismo y la participación. Para ello, se aborda el trabajo con las huertas a través diferentes acciones: aportando semillas, brindando talleres, facilitando el trabajo en red entre los distintos colectivos y apoyando la economía y la salud de las familias a través de las huertas amigables con el ambiente.
Sembrando Soberanía
En concordancia con este trabajo, se viene desarrollando en Atlántida el proyecto Sembrando Soberanía, cuya finalidad es fomentar la agroecología. Se desarrolla en el ex zoológico de Atlántida y sus integrantes forman parte del curso de promotores de huertas comunitarias y educativas que organiza la Intendencia junto a la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República y otras organizaciones. Este curso tiene como objetivo contribuir a la formación de agentes comunitarios y de educadores que promuevan y fortalezcan el desarrollo de huertas agroecológicas inclusivas y generativas en áreas urbanas y periurbanas.
En esta línea, se realizó una convocatoria para la construcción de un jardín en espiral en el predio del ex zoológico con diferentes plantas: aromáticas, medicinales y otras de consumo como las hortalizas. El Alcalde de Atlántida, Gustavo González, afirmó que este predio se fue “transformando poco a poco en un parque, un parque inclusivo y donde pasan cosas: hay talleres de huerta, se está reformulando todo lo que era el espacio –este jardín en espiral es parte de eso– y en huertas particularmente está muy desarrollado el trabajo; aquí mismo se procesan restos vegetales, se hace chipeado, se hace compost y hay mucha, mucha gente involucrada”.
Se eligió la figura de espiral para el jardín con base en los principios de la permacultura, que trabaja con la naturaleza y no en contra de ella, con los principios del ecosistema natural, donde se intenta seguir apropiadamente los ritmos naturales medioambientales, sin forzarlos en ningún momento. La estructura en espiral propicia la creación de diversos microclimas en un espacio pequeño, posibilitando el cultivo de especies con distintos requerimientos de agua, luz y nutrientes.
Participación
Pilar Rossi, integrante del proyecto Sembrando Soberanía, se mostró contenta con la participación en la convocatoria: “Por suerte, tenemos público de todas las edades y con diferentes realidades, podemos decir de alguna manera, y con el mismo interés, que es el de la agroecología, el de fomentar, el de participar y el de intercambiar. Hay mucho intercambio entre todos los participantes, por ejemplo, participantes que han venido en otras jornadas nos traen semillas que plantaron, semillas que se llevaron antes, reprodujeron, plantaron y crecieron sus plantitas, y hoy traen de nuevo sus semillas para compartir, entonces se va cumpliendo todo un ciclo”.