Proyecto de isla artificial:

Tras el rechazo de la IM, el diputado de Canelones Alfonso Lereté planteó que la inversión se haga en su departamento; para los arquitectos es “un modelo de ciudad segregada”

Luego de que la Intendencia de Montevideo (IM) comunicara su rechazo a la viabilidad del proyecto privado MVD 360 para la construcción de una isla artificial de 36 hectáreas a la altura de la rambla de Punta Gorda, distintas voces del oficialismo plantearon la necesidad de volver a analizar el tema o trasladar la idea a otro departamento en donde sí tenga andamiaje.

La iniciativa, que comprende también un puerto deportivo y un puente de 450 metros, había sido aceptada semanas atrás en una resolución firmada por el presidente Luis Lacalle Pou y el ministro de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero, pero el director de Planificación de la IM, Luis Oreggioni, afirmó que “el emprendimiento no es viable” por una “cuestión de equilibrio planificador”. “Si bien presenta ciertos aspectos innovadores para la ciudad, que no deberían ser considerados negativamente, haciendo un balance global entendemos que no es un proyecto viable para Montevideo”, señaló días atrás.

Pero el proyecto promovido por Jirkel SA no pereció, ya que, a las declaraciones de Falero de que se buscaría abrir “una instancia de diálogo” para que la comuna revea su postura, se sumaron las del subsecretario de la misma cartera, Juan José Olaizola, quien dijo que “se puede analizar otras opciones” como Colonia, según consignaron los medios públicos.

Precisamente, en esa búsqueda de otras opciones en el territorio nacional planteada por ambos jerarcas del Partido Nacional es que el diputado nacionalista por Canelones Alfonso Lereté envió este jueves una carta a Falero para pedirle que considere la posibilidad de que el proyecto privado se haga en las costas canarias.

Lereté afirmó en su carta al ministro que tomó con “sorpresa” la negativa de la IM y que entiende que este tipo de inversiones no sólo ofrecen “una mejor calidad en las opciones que el Uruguay brinda desde el punto de vista logístico e inmobiliario”, sino que también generan “fuentes de trabajo para todos”.

El diputado aseguró que acercó diferentes proyectos para “inyectar al departamento de Canelones inversiones de diversa índole” y mencionó a modo de ejemplo que presentó, en diálogo con distintos actores, la posibilidad de crear un puerto deportivo en Atlántida, ya que es el único departamento costero del país que no tiene una terminal de este estilo. Así las cosas, Lereté pidió que Falero considere la posibilidad de que el proyecto pensado para Montevideo “pueda ser ubicado en las costas del departamento canario”. la diaria se comunicó con la Intendencia de Canelones para consultar sobre esta propuesta, pero declinaron hacer comentarios.

Otro nacionalista que se expresó al respecto fue el senador Juan Sartori, que utilizó su cuenta de Twitter para manifestar que “no puede rechazarse tan rápido una inversión de 2.300 millones de dólares, que crea 4.500 puestos de trabajo constantes durante diez años. Y si se hace, debe ser con argumentos sólidos”. En este sentido, señaló que “MVD 360 es un proyecto que puede beneficiar a los uruguayos” y que confía “en que se dará una segunda mirada”.

“Un modelo de ciudad segregada”

El proyecto no es bien visto por la Sociedad de Arquitectos del Uruguay, que en un comunicado difundido este jueves manifestó que “la población de Montevideo no sólo no crece, como sucede en todo el país, sino que particularmente puede registrar en un futuro inmediato tasas negativas”, y que, “salvo que se piense en importar población, un emprendimiento radicado en un solo punto de la ciudad determinaría un corrimiento de población que hoy habita en otros lugares, con el consiguiente perjuicio en la calidad de vida y sostenibilidad económica para las zonas que se abandonan”.

Además, la organización de arquitectos señaló que “la propuesta plantea un modelo de ciudad segregada, una isla en el mar con una concepción contraria a una ciudad equilibrada e integrada”. Apuntan que “la rambla montevideana es el espacio público por excelencia y que da cuenta de una sociedad democrática, que siempre ha protegido el carácter público del borde costero”, y por tanto, “alterar la imagen con un elemento distorsionante de esta entidad cuestiona valores identitarios que deberíamos proteger”. Agregan que la construcción de la isla “echa por tierra la legítima aspiración” de que la Unesco declare la rambla “patrimonio de la humanidad”.

“Vemos con preocupación la consideración de propuestas aisladas que desconocen los procesos de planificación territorial y ambientales en curso, que generarán sin lugar a dudas impactos ambientales, paisajísticos, de movilidad y segregación social inconvenientes y probablemente irreversibles”, concluyen en la misiva los arquitectos.

También se expresó al respecto y con una mirada crítica la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua. “El país no necesita megaproyectos para ‘los malla oro’, lo que necesita es un Fondo Nacional de Vivienda que permita tener una política de Estado para resolver las 70.000 unidades habitacionales de déficit que padecemos y también erradicar con soluciones habitacionales dignas la situación de los llamados asentamientos irregulares”, dice el comunicado.