El grupo, que se denominó Aún Existe el Bien, tiene vínculos con el Ministerio de Salud de Brasil.
“Los que defienden la vida no pueden estar a favor del aborto”; “la atención temprana te salva la vida”. Estos mensajes aparecen en diez vallas publicitarias distribuidas por Fortaleza, capital del estado de Ceará, en el noreste de Brasil. Se trata de las acciones del movimiento Ainda Há Bem (“aún existe el bien”), formado por médicos conservadores de Ceará, que surgió de manera un tanto misteriosa. Sin revelar la lista de sus integrantes, lanzaron durante los feriados de Semana Santa una campaña de marketing coordinada, con publicaciones en redes sociales, medios de publicidad al aire libre, periódicos y entrega de alimentos en los barrios periféricos. Aunque dice ser no partidista, el grupo, que asocia el aborto y un supuesto tratamiento precoz contra la covid-19, tiene vínculos con directivos del Ministerio de Salud y con el grupo político del senador Eduardo Girão, autor de un proyecto de ley que se conoció como el “bono por violación”, porque quería crear un incentivo financiero para que las víctimas de violación no abortaran.
Ainda Há Bem se presenta como un movimiento de médicos cristianos de todo el estado de Ceará que tiene la intención de llegar al ámbito nacional. El sitio web del movimiento se registró a finales de marzo a nombre de Inovates, una organización que trabaja en el desarrollo de soluciones sostenibles para empresas. En el registro también aparece el nombre de Vinícius Nunes Azevedo, director del Ministerio de Salud y socio en Inovates Consult.
Nunes fue nombrado director del Departamento de Gestión de la Educación en Salud hace un año, en julio, durante la gestión del entonces ministro Eduardo Pazuello, que en marzo fue sustituido por el médico Marcelo Queiroga. Fue destituido de su cargo en febrero por el ministro jefe de Estado Mayor, el general Braga Netto, pero la decisión se revisó unos días después.
En abril, poco después de la aparición de Ainda Há Bem, Marcelo Queiroga nombró a Nunes como suplente de la secretaria de Gestión del Trabajo y Educación en Salud, Mayra Pinheiro, una pediatra cearense conocida como la “capitana cloroquina”. Pinheiro cobró relevancia en el Ministerio de Salud durante la gestión de Pazuello, cuando se convirtió en una especie de portavoz del denominado “tratamiento temprano de covid-19”, que incluye fármacos como la ivermectina y la cloroquina, sin eficacia para combatir la enfermedad y que se han asociado a graves efectos secundarios, como la hepatitis.
La secretaria Pinheiro hizo público el lanzamiento de Ainda Há Bem en su perfil de Facebook. La publicación del 31 de marzo muestra las vallas publicitarias que ya estaban instalándose en varias avenidas de gran afluencia de Fortaleza y en el municipio de Juazeiro do Norte, también en Ceará. Cada valla publicitaria cuesta unos 150 dólares, según los empleados de Divulcart, la empresa que las diseña. Sin embargo, según fuentes consultadas para este artículo, las diez vallas de la campaña de Ainda Há Bem se instalaron “sin costo alguno, a petición de los representantes de la empresa Coco Bambu”. Esta es una cadena de restaurantes creada en Ceará que pertenece al empresario bolsonarista Afrânio Barreira, que, al igual que el presidente, es un devoto de la cloroquina.
Senador antiabortista y secretaria procloroquina
El 17 de marzo, poco antes del lanzamiento de Ainda Há Bem, Pinheiro se reunió con el senador Eduardo Girão y el presidente del Consejo Nacional de Secretarios Municipales de Salud, Wilames Freire Bezerra, que son de su misma ciudad. Para este artículo se solicitó detalles sobre el asunto de la reunión al Ministerio de Salud, pero no hubo respuesta.
La relación entre el empresario y senador Eduardo Girão y la secretaria bolsonarista tiene larga data. Comparten agendas conservadoras y son fuertes figuras del activismo antiabortista en Ceará. Como presidenta del Sindicato de Médicos de Ceará, ella movilizó el apoyo al movimiento provida en Fortaleza.
Desde 2008, la capital de Ceará es sede de la Marcha por la Vida, uno de los principales eventos de este tipo en Brasil, apoyado por artistas importantes, como la cantante Elba Ramalho. Lo organiza Movida (Movimiento a Favor de la Vida), perteneciente a Eduardo Girão. Antes de asumir su banca de senador, Girão asistía a manifestaciones y audiencias públicas, en algunos casos junto con la actual ministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, Damares Alves.
Vínculos con el Sindicato de Médicos de Ceará
En Ceará, el sindicato de médicos sigue siendo liderado por el grupo político vinculado a la secretaria Mayra Pinheiro. El consejero fiscal de la actual gestión, el cirujano Marcelo Esmeraldo Holanda, presenta en un video al movimiento de médicos Ainda Há Bem. “Estamos en contra del aborto y a favor de la vida porque somos cristianos por convicción”, señala en la grabación.
“El grupo que está a cargo del sindicato está muy vinculado a las agendas reaccionarias. Defiende ciegamente a Bolsonaro (a pesar de las miles de muertes por covid-19 en el país), y el tratamiento profiláctico o temprano con medicamentos que la evidencia científica ya ha demostrado que son ineficaces e inadecuados”, afirma el Coletivo Rebento/Médicos em Defesa da Vida, da Ciência e do SUS [Sistema Único de Saúde] do Ceará, que reunió firmas de 1.113 médicos del estado, en oposición a una nota de apoyo a Bolsonaro lanzada por médicos de Fortaleza, cuya lista de firmas incluye al vicerrector de la Universidad Federal de Ceará, el médico José Glauco Lobo Filho, la secretaria del Ministerio de Salud, Mayra Pinheiro, el expresidente del Sindicato de Médicos de Ceará Marcelo Esmeraldo y el actual director financiero de esta organización, Edmar Fernandes de Araújo Filho.
Por teléfono, la prensa del sindicato de médicos de Ceará informó que Ainda Há Bem es un movimiento independiente y que la incorporación del médico Marcelo Esmeraldo no tiene relación con la entidad. Además, afirmó que no tiene información sobre la participación de otros miembros de la junta directiva en el movimiento de médicos conservadores. A su vez, Ainda Há Bem informó, a través de Facebook, que respondería a las preguntas para este artículo por teléfono, pero hasta su publicación no se había comunicado.
Tras la publicación del informe, el Ministerio de Salud envió una respuesta sobre la implicación del director Vinícius Nunes Azevedo con el movimiento Ainda Há Bem. Sólo informó que “el cargo de director es de libre elección, destinado a las atribuciones de dirección, liderazgo y asesoramiento”, pero no dijo qué motivó el despido y la posterior reincorporación del funcionario. El ministerio tampoco detalló el contenido de la reunión entre la secretaria Pinheiro y el senador Girão, ni explicó la relación entre el ministerio y el movimiento de médicos que defienden el supuesto tratamiento temprano de la covid-19.
Médicos conservadores se organizan en Brasil
Ainda Há Bem no es el único movimiento de médicos conservadores que se manifiesta en defensa de los tratamientos ineficaces contra la covid-19 en Brasil. El propio Consejo Federal de Medicina se ha alineado con el discurso bolsonarista a favor de la cloroquina. En febrero de este año, 11 de los principales periódicos brasileños publicaron una nota a favor de la cloroquina de la Asociación Médicos por la Vida, que es financiada por las industrias farmacéuticas, como reveló el periódico Estado de São Paulo, y cuenta con manifiestos en internet con más de 4.000 firmas.
La secretaria Mayra Pinheiro y el senador Eduardo Girão también participan en la Asociación Médicos por la Vida. Incluso aparecen en un vídeo del movimiento. “Todo brasileño tiene derecho a su propia autonomía para recibir los medicamentos cloroquina e hidroxicloroquina asociados a la azitromicina”, señala Mayra en el video. “Se lo garantizaremos al pueblo de Ceará”, añade.
“Nunca habíamos visto tantos movimientos organizados de médicos conservadores en Brasil como ahora”, comenta Cristião Rosas, ginecólogo obstetra, representante de la Red Médica por el Derecho a Decidir. “Estos profesionales han cobrado poder políticamente y han articulado redes estatales y nacionales, con un fuerte discurso religioso”, señala.
Rosas advierte que “las políticas públicas de salud no pueden estar guiadas por la religión”, y esto se aplica tanto en cuanto al “tratamiento contra la covid-19 como en el aborto, que está legalizado en Brasil cuando el embarazo conlleva riesgos para la salud de la mujer, es resultado de una violación o si el feto es anencefálico”. “Soy presbiteriano, pero entiendo que despenalizar el aborto es reducir la muerte de las mujeres, especialmente de las mujeres negras y pobres. También soy médico por la vida, pero por la vida de las mujeres. Estar a favor de la vida no es estar en contra de los derechos”, dice.
Este artículo fue publicado originalmente por Agência Pública y traducido por LaMalaFe.lat.