Defendieron el acceso a la tierra y rechazaron la propuesta del gobierno de quitarle recursos a Colonización para relocalizar asentamientos.
Los jinetes con los puños arriba, las banderas de Artigas y los pabellones nacionales entremezclados con las banderas del PIT-CNT y los sindicatos pintaron la escena de este miércoles al mediodía en las inmediaciones del Palacio Legislativo. Hasta allí llegaron una treintena de caballos y una caravana de vehículos que partieron de un campamento en Toledo Chico en dirección a la concentración convocada por la central sindical. A su llegada, la muchedumbre trabajadora se abrió paso para recibirlos con aplausos y vítores: “Ahora que somos tantos, ¿cómo van a hacer para no escucharnos?”, dijeron.
Entre los jinetes había colonos y aspirantes a colonos, pequeños productores y trabajadores rurales de diversos rubros. También los reclamos que los hicieron viajar cientos de kilómetros eran variados, pero las políticas del gobierno vinculadas al Instituto Nacional de Colonización (INC) fueron la causa común: mediante disposiciones incluidas en la Rendición de Cuentas, el Poder Ejecutivo pretende descontar fondos actualmente destinados al INC para financiar un fideicomiso de relocalización de asentamientos; una medida que no cosecha simpatía en la oposición pero tampoco en algunos sectores de la coalición multicolor.
“Todos los uruguayos tenemos derecho a tener lo nuestro, y no es justo que los grandes terratenientes se queden con toda la tierra y que la extranjericen cada día más mientras nosotros nos estamos quedando sin un pedacito de tierra para poder trabajar. La herramienta que tenemos es Colonización y ahora nos la quieren quitar. No es justo”, opinó Artigas, trabajador rural de Sauce (Canelones), en diálogo con la diaria. Montado a caballo, con la bandera de Artigas en la mano y el poncho al hombro, aclaró que el reclamo no es contra la política de “dar viviendas a los pobres”, sino contra la forma: “No es quitándole las tierras a la gente de campo. Pienso que de otros lugares tiene que salir el dinero para eso. Porque cada vez tenemos menos gurises en la campaña, y eso no es bueno”, apuntó.
Acceso a la tierra
De la mano de la defensa de Colonización, el acceso a la tierra fue otro de los estandartes de la caravana que llegó a caballo. Tabaré, otro peón rural que participó en la movilización, resaltó que el INC hace “más de 70 años viene a ser el acceso a la tierra, sobre todo, para los productores familiares”; un acceso que “desde los tiempos de Artigas hasta ahora, nunca fue fácil”, reflexionó. Sin embargo, mediante este instituto “muchas familias pudieron acceder: familias con pequeñas hectáreas, minifundistas prácticamente, que se asientan en el campo”, dijo. Señaló que si se quita esta herramienta las posibilidades se limitan: “O sos estanciero y heredaste la tierra, o sos peón”.
Tabaré no es colono, pero dice que el trabajador rural entiende el rol del INC porque conoce “la importancia que tiene la producción familiar en la cadena productiva de Uruguay. Sabemos que la producción familiar no es el que planta soja, el que tiene grandes extensiones, sino que tiene un trasfondo social muy diferente”, afirmó. Aseguró que esta postura “no es monopolio de la izquierda: hay mucha gente del otro lado que está pensando que debería buscarse otra manera de financiar las viviendas, que también pensamos que es importante”, expresó. En ese sentido, opinó que el hecho de que haya legisladores de la coalición que no quieran votar esos artículos “habla bien” de ellos, pero “hay que ver en el momento de levantar la mano si cumplen o no”.
Alejandro es colono en Tacuarembó desde hace casi diez años. Los problemas de Colonización lo tocan de cerca, pero recuerda que no empezaron con la Rendición de Cuentas: “Ya venía de la LUC [ley de urgente consideración], cuando se desafectaron 55.000 hectáreas para volcarlas al mercado y que las compren las transnacionales y eso. Nosotros, la gente de campaña, estamos bien disconformes con este proceso de concentración y extranjerización de la tierra, que se está dando sobre todo a manos de las multinacionales de la forestación. Dan ganas de llorar al ver muy buenos campos llenos de eucaliptos, cuando la gente no tiene dónde trabajar”, manifestó. Para el colono, lo que pase con Colonización “es un tema de soberanía nacional”, porque “un país que se queda sin gente en su territorio es un país que se entrega”.
Pobre contra pobre
Al llegar a la intersección de Avenida del Libertador y Cerro Largo, donde se ubicó el estrado, los jinetes detuvieron la marcha. Allí estaba, entre otros sindicatos, la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas. Su secretario general, Wilson Sánchez, celebró la participación de los pequeños productores y los colonos en la movilización convocada por el PIT-CNT, y opinó que la “táctica política” del gobierno con la reasignación de recursos del INC al Fideicomiso Integración Social y Urbana significa “poner pobre contra pobre”: “Yo vivo en un asentamiento, soy de un asentamiento, estoy de acuerdo con que me ayuden a hacer una casa, pero no estoy de acuerdo con que saquen patrimonio uruguayo para dividir al pueblo. Eso no se hace. Van a decir que vamos contra el pobre, pero nosotros somos pobres”, argumentó.
“Yo prefiero seguir en un asentamiento a que saquen de la tierra a los que logran salir del corte de caña, de vivir embarrados, mojados, lastimados, doloridos. A los que logran poder trabajar de otra forma más digna. Porque somos cortadores de caña y sólo podemos salir de ahí si nos dan un pedazo de tierra, y la única forma de acceder a la tierra es a través de Colonización”, indicó el sindicalista, que defendió la necesidad de “pelear para que la tierra siga en manos de los uruguayos”.